HAY UNA MUJER

Hay una mujer, siendo joven, tiene
la reflexion de una anciana y en la
vejez trabaja con el vigor de la juventud.

Una mujer que, si es ignorante, descubre
los secretos de la vida con
más aciertos que un sabio y, si es
instruida, se acomoda a la sencillez de los niños.

Es quien siendo pobre se satisface
con la felicidad de los que ama y,
siendo rica, daría con gusto sus tesoros
por no sufrir en su corazon
la herida de la ingratitud.

Esa mujer, que mientras vive, pocas
veces sabemos apreciar porque a su
lado todos los dolores se olvidan. Sin
embargo, después de muerta, dariamos
todo lo que somo y todo lo que
tenemos por mirarla de nuevo un sólo
instante, y por recibir un sólo abrazo,
por escuchar una sola palabra de los
labios de nuestra madre.

Jos González

No hay comentarios: